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lunes, 23 de mayo de 2011

Crecen pleitos entre pandillas

Para las autoridades los enfrentamientos entre bandas son “un dolor de cabeza”.

                                  Crecen pleitos entre pandillas


Jóvenes y menores de edad miembros de pandillas como “Barrio 13” y “Barrio 18” han llegado al homicidio por conservar un territorio en el Mariano Matamoros. Cada vez más suben de tono los ataques entre uno y otro bando, ante la parálisis de las autoridades que no tienen un programa para frenar la delincuencia juvenil. Familias pagan las consecuencias al perder a hijos, hermanos y esposos en una guerra inútil


Francisco Sandoval Alarcón.


En menos de tres meses cinco jóvenes han sido asesinados en riñas protagonizadas por integrantes de las pandillas del “Barrio 33” y del “Barrio 18”, que por décadas se han disputado el territorio del fraccionamiento Mariano Matamoros.


Durante este tiempo, tanto la Policía Municipal de Tijuana como la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) se han dedicado exclusivamente a documentar los homicidios y enfrentamientos entre los dos grupos, sin implementar acciones para prevenir los crímenes.


En la policía preventiva, han llegado al punto de negar que las pandillas representen “un dolor de cabeza” para las autoridades, bajo el argumento de que la mayoría de sus integrantes son imitadores de grupos como la Mara Salvatrucha o la Mexican Mafia. Los muertos, no parecen contar para la autoridad. Tampoco el agresivo comportamiento de las pandillas que los residentes de Tijuana están imitando.


Jesús Roberto, “El Rear”, no ha cumplido los 18 años de edad y ya es responsable de un asesinato. El tres de septiembre de 2007, el integrante del “Barrio 18” salió a la una de la mañana para tratar de graffitear una barda del “Barrio 13”, también conocido como “Barrio 33”.


Lo acompañaban Juan Alberto Álvarez Doroteo “El Manchas”, Marcos Francisco Matutino Bailón “El Cosme”, Pedro Flores Hernández “El Pery”, estos tres mayores de edad, así como el menor Carlos Antonio, “El Fire”.


A sabiendas de que pisaban terreno enemigo, “El Pery” decidió llevar consigo un rifle calibre 22 para defenderse en caso que los atacaran sus adversarios.


Juan Alberto se fue al frente del grupo, mientras Marcos Francisco rayaba las paredes graffiteadas por los miembros del barrio enemigo. El resto vigilaba. No corrieron con suerte. Los integrantes del “Barrio 13” los descubrieron e inmediatamente se abalanzaron contra ellos.


Al verse superados, “El Cosme” le pidió a Pedro que hiciera uso de su arma y le disparara a los sujetos que se aproximaban. “El Pery” nunca respondió. “El Rear” le arrebató al arma y disparó en varias ocasiones contra sus supuestos enemigos.


En cuestión de segundos, “El Rear” y sus amigos se dieron a la fuga. Pero alcanzaron a saber: A consecuencia de los disparos, Pablo Ramírez Uribe, de 30 años de edad, había perdido la vida.
A los pocos días los jóvenes fueron capturados. Actualmente los adultos se encuentran en la Penitenciaría de Tijuana, mientras los menores están a disposición del Juez para Adolescentes. Por el crimen, “El Rear” podría alcanzar una pena máxima de seis años de reclusión.


Dos menores muertos.


El 29 de septiembre, a tres semanas del asesinato de Pablo Ramírez, los integrantes del “Barrio 13” y el “Barrio 18”, encabezaron otro enfrentamiento. Tres jóvenes, entre ellos dos menores de edad, perdieron la vida y otros tres quedaron lesionados.


De acuerdo a la investigación de la Procuraduría de Justicia del Estado, cuatro días antes de la agresión, David Daniel Rodríguez Goldstein, “El Pitirijas”, acudió al domicilio de Arturo, ambos integrantes del “Barrio 13”, y le confesó que “El Smurf”, otro miembro de la pandilla, se encontraba “muy enojado” debido a que un sujeto del “Barrio 18”, apodado “El Crudo”, había asaltado a uno de sus familiares.


Más: Le comentó que “‘El Smurf’ estaba planeando algo contra los Barrio 18”, para tratar de vengar el asalto de su pariente.


El sábado 29, alrededor de los 20:30 horas, “El Smurf”, acompañado de Rodríguez Goldstein, Jorge Mauricio Ortiz Herrera “El Pollo” y un sujeto no identificado, acudió a los abarrotes La Esperaza, que se localiza en la calle Uxmal de la colonia Mariano Matamoros.


En ese lugar se encontraban Juan Diego Fuentes Figueroa “El Flámer”, de 17 años de edad; Jesús Servando Avilés Contreras “El Fodec”, de 14; Dustin Aviad Sarabia Martínez “El Empec”, de 18, así como José Manuel Bastidas Valdez “El Becor”, Fernando Contreras Peña “El Dandín” y Arturo Hernández Reséndiz “El Blanquito”.


Según la dependencia, “El Smurf” le disparó en la cabeza a Juan Diego Fuentes y después de asesinarlo disparó contra los otros cinco jóvenes, causándole la muerte a dos de ellos. El resto, aun cuando quedaron lesionados, salvaron la vida de milagro.
En la investigación, el Ministerio Público reconoció que ambas pandillas “siempre han peleado el territorio y son enemigos de toda la vida y sus confrontaciones siempre han sido muy violentas. Situación por la cual existen fricciones entre estas pandillas”.


Pandillas de EU con
presencia en México


De acuerdo a informes de la Policía Municipal de Tijuana, el problema existente entre las pandillas de esta localidad tiene una estrecha relación con el tema migratorio.


“Existe un gran número de personas que son deportadas diariamente y se quedan en Tijuana sin ningún tipo de control. Muchas vienen de purgar condenas de prisiones de Estados Unidos y se refugian en las diferentes colonias de la ciudad”.


Una vez instalados comienzan a conformar sus grupos para delinquir y posteriormente vienen los conflictos entre los miembros de un barrio y otro. Principalmente son integrantes de pandillas como la Mexican Mafia (MM) y la Mara Salvatrucha.


El 29 de octubre de 2006, policías municipales arrestaron a 20 supuestos pandilleros del Barrio 18 de Los Ángeles, California. Aun cuando los detenidos portaban tatuajes característicos de la organización, tuvieron que ser liberados 36 horas más tarde por no contar con antecedentes penales en este país.


Cifras de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, revelan que en los tres últimos años han sido deportados a Tijuana más de 19 mil ex convictos salidos de las cárceles del vecino estado de California.


Tan sólo en el 2006 fueron deportados a esta frontera 9 mil 246 ex convictos, mientras que en el 2005 la cifra fue de 9 mil 600.


En los informes, la corporación reconoció que aún la conformación de estas pandillas no es un problema que cause “dolores de cabeza”, sin embargo indican que es una situación que se tiene que voltear a ver por parte de autoridades municipales, estatales y federales.


“No podemos minimizar los hechos que se han presentado hasta ahorita porque hay influencia por parte de integrantes de pandillas del Sur de California, donde se concentran el mayor número de gangas o clicas de los Estados Unidos. El problema es que existen muchos imitadores en Tijuana”.
Tal el caso de las pandillas “Barrio 13” y “Barrio 18” que se reúnen en las inmediaciones de la colonia Mariano Matamoros. Estos jóvenes utilizan nombres muy similares a los grupos de la Mara Salvatrucha, quienes se autonombran como MS-13 y Barrio 18.


Al igual que la organización salvadoreña, los integrantes de las dos pandillas tijuanenses han encabezado actos violentos en los que miembros respectivos han perdido la vida.
En su análisis, la corporación municipal reconoce que las colonias como Mariano Matamoros, Jibarito, la delegación La Presa, Los Pinos, San Antonio y Sánchez Taboada, concentran el mayor número de pandillas en la localidad.


Menores utilizados para delinquir


Al día, un promedio de siete menores son detenidos por la Policía Municipal de Tijuana por la comisión de diversos delitos o faltas administrativas. Asesinatos, secuestros, graffiti, robos a casa habitación, comercio o con violencia, son tan sólo algunos de los delitos que cometen estos jóvenes quienes en el mejor de los casos llegan a purgar condenas de seis años en el Centro de Tratamiento para Adolescentes.


Luz María Félix Figueroa, Juez para Adolescentes de Tijuana, reveló que del primero de marzo a la fecha han sido remitidos, a la instancia a su cargo, 560 menores infractores


De ese total, al menos siete adolescentes se encuentran sujetos a un proceso jurídico por los delitos de secuestro y homicidio, mientras que el 80 por ciento de los casos están relacionados con robos con violencia.


Además, 15 menores han reconocido su pertenencia a pandillas de Tijuana, sobre todo a las del “Barrio 13” y “Barrio 18”.


“Hay un porcentaje muy alto de jóvenes que se ven involucrados en actividades delictivas por el entorno en que viven. Es decir que existe una alta probabilidad de que estos menores se integran a las diferentes pandillas que actúan en sus colonias”.


Advirtió: “El adolescente tiene mucha fidelidad a la pertenencia de grupo. A lo mejor esos 15 menores son los que se han atrevido a reconocer su pertenencia a una pandilla, pero la mayoría no lo hace porque no quieren delatar a sus compañeros. Sobre todo cuando existen adultos involucrados en este tipo de agrupaciones”.


Víctor Manuel Zatarain Cedano, ex director de la Policía Municipal de Tijuana, informó que “es muy común” encontrarse a menores en la comisión de delitos de alto y mediano impacto. Regularmente en los delitos de alto impacto los adultos echan mano de los menores para cometer los ilícitos, pues los que son capturados, una vez que cumplen la mayoría de edad, salen en libertad”.


Puso como ejemplo el delito de tráfico de indocumentados, en donde existen menores que tienen hasta 70 ingresos en los Estados Unidos.


“Es obvio que estos menores son utilizados como guías de polleros. Entran y salen constantemente de Estados Unidos. A estos jóvenes los puedes localizar muy fácilmente por sus apodos y nombres en las colonias Libertad y Postal”.


Dijo que en el caso de los delitos de mediano impacto, como el robo, las detenciones de los menores van asociadas con el consumo de drogas.


“Cuando los menores tienen la necesidad de consumir una sustancia tóxica se roban algo. Desde una casa habitación, un comercio o de plano dan el cristalazo a un carro”.


Reconoció que también se han presentado casos de padres de familia que utilizan a sus hijos para cometer robos, “pero hasta el momento han sido situaciones aisladas”.






Numeralia


560 menores han sido remitidos al Juez para Adolescentes.


80 por ciento han sido remitidos por el delito de robo calificado.


6 menores (entre ellos dos mujeres) han sido acusados por homicidio calificado.
Un menor fue sentenciado por el delito de secuestro.


54 menores tienen que acudir a firmar cada semana ante el Juez.


10 de estos 54 menores han incumplido la medida.


120 menores (de los 560) han sido remitidos al Centro de Diagnóstico para Adolescentes.


15 de los 120 menores han reconocido que forman parte de las pandillas “Barrio 13” y “Barrio 18”.


Cinco muertos, entre ellos dos menores de edad, y cuatro lesionados, en un lapso de tres meses se han registrado por riñas entre miembros de las pandillas “Barrio 13” y “Barrio 18”.


Capturan a pandilleros del “Barrio 13” Acusados de asesinato


Elementos de la Policía Ministerial capturaron a Cristian Rodrigo Figueroa Araujo “El Kris”, de 19 años de edad, y Juan Ramón Ayala Gastélum “El Froe”, de 18, por el asesinato de Víctor Cisneros Pérez, de 22 años. Los inculpados pertenecían a la pandilla del “Barrio 13” o “Barrio 33”, mientras la víctima y su hermano, de nombre José Luis, formaban parte de la pandilla conocida como “Barrio 18”. En un comunicado, la Procuraduría de Justicia del Estado informó que los hechos se registraron el sábado 24 de noviembre, cuando los cuatro jóvenes se encontraban en una fiesta de 15 años en las instalaciones de la “Hacienda Chalco” del Fraccionamiento Terrazas del Valle. Tanto Juan Ramón como Cristian Rodrigo hirieron en el abdomen a Víctor con un pica-hielo, quien después de desvanecerse fue golpeado a patadas por los inculpados. Aun cuando en un principio los responsables se habían marchado de la reunión, “El Kris” regresó a la fiesta, ya que en la misma se encontraba su esposa y sus dos hijos. Los dos jóvenes fueron puestos a disposición de un Juez Penal y podrían alcanzar una pena de 50 años de cárcel por la presunta comisión de los delitos de homicidio calificado y homicidio en grado de tentativa. (Francisco Sandoval Alarcón) 

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